Si en Chile se publicara el desempleo como lo hacen en los países desarrollados, la cifra superaría por lejos el 8,3% que las autoridades informan, aplauden y sobre el cual se definen buena parte de las políticas públicas en materia de empleo. Siguiendo los estándares que se usan a nivel internacional, la Fundación SOL calculó el desempleo en un 13,7%. Se incluyen en este indicador criterios que el INE mide pero no suma, como el desempleo oculto o el subempleo.
A fines de septiembre del 2010, el INE dio a conocer las últimas cifras de empleo en Chile. De acuerdo a estas estadísticas, el desempleo oficial fue de un 8.3%, esto es, alrededor de 650 mil personas sin una ocupación remunerada. La noticia fue valorada desde los distintos sectores. “Tenemos muy buenas noticias”, afirmó el Presidente Piñera, subrayando que en los primeros cinco meses de su gobierno se habían generado los 200 mil puestos que se esperaba crear durante su primer año. Lo propio hizo los gremios, planteando que el Comercio lideraba los nuevos bríos de la economía nacional.
Sin embargo, estas cifras no están reflejando el estado real del mundo del trabajo en Chile. “Urge poner nuevos indicadores en el debate, que sean capaces de reconocer más fidedignamente la realidad y que recojan las recomendaciones de carácter técnico que provienen de la OIT y de la OCDE”, afirma Gonzalo Durán, economista e investigador de la Fundación SOL.