sábado, 31 de julio de 2010

Algunas cifras de Acoso Sexual en Chile



En el año 2002 el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM) publicó una investigación sobre la situación de las mujeres en el mundo laboral, donde se reporta que el 63% de las personas, en su mayoría mujeres, opina que el acoso sexual en el trabajo es un fenómeno de frecuente ocurrencia. El 12% de las entrevistadas afirmó haber experimentado situaciones de acoso sexual y que en un número importante de casos esto significó tener que renunciar a su trabajo (28%).

Sin embargo, la encuesta realizada el año 1991 por Délano y Todaro29 ya había dado cuenta de las percepciones y opiniones de las trabajadoras sobre el tema. Este instrumento, aplicado a 1.200 trabajadoras del Gran Santiago, de entre 15 y 54 años de edad, de distintos niveles de ocupación, en cuatro ramas de la producción Servicios comunitarios, sociales y personales, Industria, Comercio, Servicios financieros entregó resultados relevantes sobre el asedio sexual en el trabajo, detectándose que “el 20% de las mujeres encuestadas sufre acoso sexual en el trabajo.

Las mujeres encuestadas opinaron que el acoso sexual en el trabajo existe (84,3%), que es una forma de discriminación de la mujer (79,8%) y que se trata de un problema social y laboral (78,4%) y no de orden personal. Otro dato significativo es que el 80,5% de las encuestadas afirmaron que el asedio existe y que es “disimulado y cuesta mucho comprobarlo” y que a las mujeres les da vergüenza hablar de estos temas (73,4%) y no tenían claro dónde acudir.



Durante el año 2006, la mayoría de las denuncias se presentaron en la Región Metropolitana (57%), siendo el sector comercio el que concentra la mayor parte de los casos (41%).

Con respecto al tipo de denuncia, el 87% fue realizada por el trabajador afectado o por algún representante sindical; un 5% de las denuncias fueron derivadas a la Dirección del Trabajo por el empleador, en cuanto receptor de la denuncia. En un 9% de los casos, la propia empresa es la que realiza la investigación de la denuncia, procedimiento que aparece indicado en la ley.


Las denuncias: mayoritariamente de mujeres

En la muestra analizada se observa que las denuncias de acoso sexual en el trabajo provienen mayoritariamente de mujeres (96,8%), habiendo 4 casos en que tanto el denunciante como el denunciado son hombres, y un caso en que un hombre es acosado por una mujer. Estos datos confirman los resultados de estudios realizados en otros países, que señalan que el acoso sexual en el trabajo afecta principalmente a las mujeres.

La mayoría de los casos de acoso sexual ocurren en las dependencias del lugar de trabajo, ya sea en el puesto mismo o en lugares donde la trabajadora debe concurrir para desarrollar tareas relativas a su función, como por ejemplo bodegas, oficina del jefe, baños, estacionamientos. Existen 4 casos de denuncias de acoso sexual en que los hechos ocurren en dependencias ajenas al trabajo, como moteles o domicilio de la víctima, donde ocurre una situación de intento o de abuso sexual, casos que fueron derivados directamente a los tribunales de justicia. Cabe señalar, asimismo, que en el 89,2% del total de casos analizados, el acoso sexual ocurrió dentro del lugar de trabajo, y mayoritariamente (90,0%) durante la jornada laboral.


El estudio de Délano y Todaro31 confirma esta situación, al señalar que el acoso sexual se presenta en situaciones estrictamente laborales y no en situaciones sociales.

Con el propósito de facilitar su identificación, se han establecido dos tipificaciones diferentes del acoso sexual: el acoso sexual ambiental y el acoso sexual por chantaje.

Del total de 154 casos que componen la muestra de análisis, en el 81,8% de ellos se describen conductas propias de acoso sexual, en sus dos manifestaciones: por chantaje y por acoso sexual ambiental. En el 23,4% del total de casos denunciados, el acoso sexual se manifiesta combinado además con otras conductas de violencia, tales como hostigamiento, acoso moral, maltrato verbal, maltrato físico, entre otras, situación que se expresa en el siguiente testimonio:

“Me propuso que si yo salía con él no iba a tener más problemas en la empresa ni con el trabajo; que lo hiciera como mi compañera que ya no tenía problemas en el trabajo y que además tenía horas extras. Yo le respondí que no, que yo no era ella y que nunca iba a ser como ella.

Luego de lo anterior comenzó a hostigarme laboralmente, dándome más trabajo de lo que podía hacer; me dijo que yo no era nadie, que era una simple auxiliar, que no tenía profesión, humillándome hasta hacerme llorar”.

En este caso, a raíz del rechazo de las proposiciones de parte del acosador, la trabajadora denunciante fue despedida. A través de las personas entrevistadas durante la investigación de la denuncia en la empresa, se pudo constatar que el acosador creaba un ambiente laboral muy desagradable, hostil y humillante y le faltaba el respeto a todos los trabajadores haciendo alusiones sexuales verbales y físicas. En el gráfico siguiente se muestra la frecuencia de aparición de las diferentes conductas de acoso o maltrato.


El resto del estudio en la direción del trabajo

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